Cuando se trata de dolores de espalda, una hernia discal es una preocupación común que afecta a muchas personas en todo el mundo. Esta afección puede ser una fuente significativa de dolor lumbar, y comprender sus causas, síntomas y opciones de tratamiento es esencial para quienes buscan alivio y una mejor calidad de vida.
El dolor de espalda es, por orden de frecuencia, el primer problema de salud crónico en España. Se calcula que alrededor del 80% de la población sufrirá dolor de espalda en algún momento de su vida.
Vivimos en un entorno cada vez más cómodo, nos hemos vuelto más sedentarios, nos movemos poco, comemos mal… y esto hace que cada vez haya más pacientes con patología crónica.
Según el INE (Instituto Nacional de Estadística), en una Encuesta de salud del año 2020, se estima que las enfermedades crónicas o de larga duración más frecuentes en mujeres son la artrosis ((19,7%, excluyendo artritis), la tensión alta (19,1%) y el dolor de espalda crónico lumbar (17,1%). Y en el caso de los hombres, la tensión alta (19,0%), el colesterol alto (15,5%) y el dolor de espalda crónico lumbar (10,1%).
Pero algo crónico no debería ser algo incurable, un concepto preestablecido. Lo que sí nos indica la patología es el fin de un proceso en nuestro cuerpo, al cual, muchas veces no escuchamos.
Hernia discal: el principio de una dolencia que puede aparecer en un futuro
Cuando hablamos de lesiones como una hernia de disco o una lumbalgia, hablamos de lesiones del sistema musculoesquelético. Pero no podemos hablar de él de manera aislada, porque hay una relación entre este sistema y el resto de los sistemas corporales, hay una interacción constante entre ellos.
El problema principal antes estas lesiones es que intentamos buscar una única causa, pero van a haber diferentes factores implicados: metabólicos, inmunológicos, biomecánicos, psicológicos, circulatorios… Cada persona desarrolla un camino diferente hasta llegar al síntoma.
Lo que sí sabemos es que en pacientes con una hernia discal o lumbalgia siempre vamos a encontrarnos un problema de microbiota.
Y muchas veces los pacientes reciben mensajes de las personas de su entorno del tipo: “si no te operas no mejorarás, cuidado con que te toque el fisioterapeuta no vaya a ser que empeores, no te muevas, es necesario que hagas reposo…”
La realidad es que viven estos episodios de dolor bajo la influencia de antiinflamatorios y/o relajantes musculares, incluso hay personas que se vuelven dependientes y siguen tomándolos en periodos en los que el dolor remite por miedo a volver a sufrir.
Es importante saber que el sistema musculoesquelético es el primer lugar donde se reflejan los síntomas internos, pero si vivimos bajo la influencia de medicamentos, no podremos escuchar las alarmas de nuestro cuerpo. A fin de cuentas, la patología muscular crónica es el principio de algo que puede aparecer en un futuro.
Y no podemos olvidar el componente emocional. Es decir, la relación entre el cuerpo, lo que pienso y lo que siento.
Cómo tratar una hernia discal o lumbalgia
Cuando nos dicen que hagamos reposo absoluto, que si nos movemos empeorará el dolor, no están del todo en lo cierto.
El músculo es un órgano endocrino. Es decir, cuando nos movemos se liberan sustancias que ayudan a la reparación, regulan la inflamación, mejoran el metabolismo: El movimiento es fundamental en cualquier patología musculoesquelética, siempre adaptado a la lesión y al paciente.
Sí que es cierto que puede haber un problema cuando se hace un sobreesfuerzo y/o con movimientos repetitivos, pero la nutrición del disco intervertebral se hace a través de cargas adecuadas e intermitentes.
Hernias, lumbalgias y alteración de la microbiota intestinal
Además, cuando decimos que ante un dolor lumbar o ante una hernia hay una alteración de la microbiota, no solo es a nivel estructural: relación intestino-zona lumbar, sino también en cuanto a que si tenemos una permeabilidad intestinal, hay ciertas bacterias del intestino que van a migrar al disco intervertebral y van a producir una inflamación en la zona.
Por eso, en los casos con este tipo de pacientes será necesario valorar cómo es su sistema digestivo: qué come, cuánto y cuándo, cómo va al baño, si tiene gases…
Si empezamos mejorando el sistema digestivo y su microbiota, seremos capaces de mejorar y, en ciertos casos, revertir el proceso degenerativo que está sufriendo su columna.
En estos casos, la inflamación y el dolor son un denominador común, que tal como se ha indicado, pueden esconderse tras la ingesta de fármacos que pretenden mitigar esos efectos, pero lo que hacen es desactivar la señal de alarma de nuestro organismo donde persisten los efectos.
Cuando se padece una hernia discal o lumbalgia, los síntomas se registran en lo que de un modo genérico decimos “dolor de espalda”, pero tal como se hemos razonado, hay una incidencia de la causa en la alteración de la microbiota intestinal, para la cual los productos probióticos serían una de las ayudas conocidas.
Hernias, lumbalgias y alteración de la microbiota intestinal
Gracias a la avanzada tecnología CAPENERGY MEDICAL, con nuestra radiofrecuencia de segunda generación puedes tratar una hernia o lumbalgia con mayor eficiencia contemplando el síntoma y la causa.
Por ejemplo, a partir del equipo de radiofrecuencia de segunda generación C200, con una entrega energética de 620 W y con 2 canales independientes de entrega energética, puedes trabajar de manera manual en la zona lumbar o el punto focalizado de dolor en la hernia discal correspondiente, mientras en modo automático, con un electrodo capacitivo con sensor de temperatura, puedes realizar un tratamiento automático en el vientre para ayudar a una regulación intestinal.
Además, el tratamiento con la radiofrecuencia de segunda generación Capenergy favorece una vascularización intensa en la zona a tratar. Gracias a la oxigenación de los tejidos y mayor aportación de sangre en el tratamiento, se genera un efecto antiinflamatorio natural, biológico y no invasivo.
En este sentido, todos los cuidados por parte del paciente de su microbiota redundarán en una mejora que completamos con un tratamiento con la tecnología CAPENERGY. Logramos así mejorar la alteración intestinal, además de aliviar el dolor localizado, en una misma sesión.
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