La diástasis abdominal es una lesión que se produce cuando se separan los músculos rectos del abdomen, como consecuencia de un daño en el tejido conectivo que, normalmente, los mantiene unidos entre sí.
Es un problema funcional y estético, más habitual de lo que parece y que afecta tanto a hombres como a mujeres, independientemente de la edad, de si practican deporte habitualmente o son personas sedentarias.
Pero sí es cierto que hay un periodo crucial donde aumentan las posibilidades de que las mujeres sufran una diástasis abdominal, y es durante el embarazo. En esta etapa, la diástasis se considera fisiológica y es que el bebé va a necesitar espacio para crecer.
De hecho, se estima que entre el 27 y el 100% de las mujeres embarazadas tienen diástasis en el segundo y tercer trimestre del embarazo y entre un 30 y un 68% en el posparto. Y aunque puede que esta situación se resuelva espontáneamente, también puede mantenerse durante varios años, si no se interviene para corregirla.
¿Qué ocurre si tienes diástasis abdominal?
Aunque el origen de la diástasis abdominal sea fisiológica, debemos evitar que las distensión de los rectos del abdomen sea excesiva, porque puede llegar a causar una inestabilidad en la zona lumbar y pélvica, dando problemas tan comunes como:
- Hernias umbilicales
- Dolores lumbares
- Inflamación abdominal y malas digestiones
- Disfunciones del suelo pélvico como incontinencias, prolapsos…
¿Cómo saber si tienes una diástasis abdominal?
Para saber si tienes una diástasis abdominal, solo tienes que acudir a tu fisioterapeuta especialista en suelo pélvico. Te confirmará su existencia a través de una valoración manual. Además, también puede complementar el diagnóstico realizando una ecografía de la pared abdominal.
Nuestra faja abdominal, de la que forman parte los rectos abdominales, oblicuos y transversos, es el núcleo central de nuestro movimiento. Su función es mantenernos erguidos, estabilizados y transmitir fuerza de brazos y piernas.
Si tienes una diástasis abdominal, ante cualquier movimiento o esfuerzo con el abdomen se producirá una fuga de energía en la pared abdominal y la capacidad para soportar la presión, la carga de movimiento y la fuerza no será óptima.
¿Qué NO hacer si tienes diástasis abdominal?
Lo primero que tienes que saber, a la hora de trabajar una diástasis, es qué debemos evitar:
- No hagas abdominales convencionales, ya que van a suponer un riesgo para tu suelo pélvico, especialmente si este está debilitado. Si tus rectos del abdomen están más separados de lo habitual, además solo conseguirás aumentar esa separación.
- Acaba con el estreñimiento, que además es uno de los grandes enemigos de nuestro suelo pélvico. Los esfuerzos defecatorios en personas con estreñimiento suponen un aumento de la presión abdominal que pueden aumentar más la separación de los rectos y perjudicar la musculatura del periné.
Evitar valsalvas, es decir, los esfuerzos en apnea aguantando la respiración, como cuando coges peso, realizas pujos al defecar o te levantas de la cama sin ponerse previamente de lado.
Cómo tratar una diástasis abdominal
El primer paso es ponerte en manos de un fisioterapeuta especializado en este tipo de tratamientos, que pueda aconsejarte y acompañarte durante tu recuperación.
- El objetivo fundamental va a ser recuperar la funcionalidad abdominal. Para ello vas a tener que trabajar el transverso del abdomen, un músculo abdominal profundo.
- Acompañaremos el tratamiento con abdominales hipopresivos, siempre que tras la valoración lo encontremos óptimo, ya que van a ser nuestros aliados a la hora de recuperar la funcionalidad del abdomen, trabajando la cincha abdominal. Con ellos, experimentarás beneficios tanto a nivel de la musculatura profunda del abdomen como en los músculos y tejidos de tu suelo pélvico.
Trabajaremos con TecarEvolution, que nos ayudará a complementar el tratamiento, al aumentar la vascularización, aportar colágeno y elasticidad al tejido.
Cómo corregir una diástasis abdominal con radiofrecuencia
El tratamiento con los equipos de radiofrecuencia de Capenergy es clave a la hora de recuperar una diástasis, ya que va a mejorar la calidad de ese tejido que une los dos rectos, haciendo que se fortalezca y mejore su funcionalidad. Es muy importante la recuperación de ese tejido para que el trabajo conjunto de ejercicios, postura, etc, tenga buenos resultados.
La radiofrecuencia uroginecológica de Capenergy consigue una reclutación mayor de fibras y puede trabajar más volumen muscular, logrando excelentes resultados en poco tiempo sin necesidad de analgésicos ni padecimiento por parte del paciente.
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