El asma no puede curarse, pero mediante algunas medidas terapéuticas es posible controlar la enfermedad. De esta manera, los pacientes pueden mantener en gran medida su calidad de vida.
Los pacientes suelen usar medicación de manera continua como tratamiento base: broncodilatadores, glucocorticoides y expectorantes. Y en caso de un ataque de asma agudo, el médico administraría glucocorticoides por vía intravenosa.
Varios estudios científicos muestran que la fisioterapia puede mejorar los síntomas y reducir la frecuencia y la gravedad de los ataques de asma.
Gracias a la fisioterapia puedes ayudar a tus pacientes con asma a entrenar la respiración, fortalecer el cuerpo, así como también mejorar la capacidad respiratoria en general. Los tratamientos se basan en el aprendizaje de técnicas respiratorias, eliminación de secreciones, estimulación de la tos, drenaje y gimnasia postural.
Y con la utilización del equipo de radiofrecuencia de segunda generación de Capenergy C200 Respiratory, conseguirás una dilatación broncopulmonar de manera natural, aplicando un tratamiento seguro, inocuo y bien tolerado por el paciente.