La vulvodinia, o dolor vulvar, es un trastorno más común de lo que podamos pensar. Lo sufren el 15% de la población femenina, pero aún así, se le da muy poca importancia.
Es un dolor en la zona vulvar de tipo quemazón o irritación sin ninguna causa identificable, durante al menos tres meses de duración y se suele diagnosticar por exclusión.
Son muchas las mujeres que han visitado a especialistas antes de ser diagnosticadas, por lo que suelen tener un estado anímico disminuido y muchas veces se les medica con antidepresivos ante la falta de un diagnóstico claro.
Existen dos tipos de vulvodinia:
- Vulvodinia Localizada: Las mujeres afectadas tienen dolor solamente en una parte de la vulva. Si el dolor es en la entrada de la vagina, se llama vestibulodinia. En este caso el dolor aparece con el contacto o con la aplicación de presión en la zona afectada.
- Vulvodinia Generalizada: El dolor suele aparecer de manera espontánea y abarca el área completa de la vulva.
Causas y síntomas de la vulvodinia
Las molestias o síntomas que pueden presentar las pacientes con vulvodinia son de diferentes tipos: ardor, comezón, irritación, escozor o dolor.
La etiología no está clara, pero se piensa que la vulvodinia puede estar ligada a diferentes factores:
- Infecciones
- Factores hormonales
- Inflamación
- Hongos
- Alteraciones metabólicas
- Hipertonía de la musculatura del suelo pélvico
- Otros dolores crónicos
- Estrés emocional…
Lo que sí sabemos es que es un dolor real y muy invalidante.
Este dolor puede aparecer al mantener relaciones sexuales, al sentarse, al orinar o simplemente al contacto con la ropa. Podemos encontrar también zonas enrojecidas en la entrada de la vagina.
Además, las mujeres refieren una sensación de quemazón o irritación muy intensas, que puede variar de localización y severidad dependiendo de la mujer.
Por ello, la vulvodinia provoca grandes repercusiones en el día a día de muchas mujeres, afectando de manera muy negativa a su actividad sexual y disminuyendo su calidad de vida.
Cómo tratar la vulvodinia
Los tratamientos actuales para la vulvodinia, o dolor vulvar, son muy variados:
- Cambios en el estilo de vida: llevar ropa interior de algodón, evitar ropa ajustada, no utilizar tampones…
- Tratamiento farmacológico: antidepresivos, corticosteriodes, analgesicos…
- Tratamiento quirúrgico: vestibulectomía, extirpando el tejido doloroso.
- Fisioterapia de suelo pélvico.
Tratamiento de la vulvodinia con TecarEvolution
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Lo que sí sabemos es que este dolor puede ir asociado a un proceso inflamatorio. Y con los equipos TecarEvolution de Capenergy rompemos ese círculo vicioso con un potente efecto antiinflamatorio en pacientes con vulvodinia.
Además con la tecarterapia de segunda generación Capenergy conseguimos:
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En definitiva, lograremos, desde la primera sesión, una disminución del dolor, del picor y del quemazón del que las mujeres se quejan.
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