La EPOC, o enfermedad pulmonar obstructiva crónica, es un grupo de enfermedades pulmonares que dificultan la respiración y empeoran con el tiempo. Y se caracteriza por vías respiratorias inflamadas y permanentemente estrechas debido a la presencia de dos enfermedades respiratorias: bronquitis crónica y enfisema.
Además, es una de las principales enfermedades en términos de morbilidad y mortalidad, alrededor de 600 millones de personas en todo el mundo están afectadas. Siendo la tercera causa de muertes en Europa, la cual va en aumento, debido principalmente al incremento del consumo de tabaco en las últimas tres décadas.
Por lo que las personas con mayor riesgo de padecerla son los fumadores activos y fumadores pasivos. Y afecta con mayor frecuencia a personas mayores de 40 años.
¿Cuáles son las principales causas y síntomas de la EPOC?
La EPOC se desarrolla principalmente por una larga exposición a irritantes que dañan los pulmones y las vías respiratorias. Siendo el tabaquismo, activo o pasivo, la causa principal. Los pulmones y los bronquios son los que más sufren el consumo de nicotina y la exposición constante al humo de los cigarrillos.
Pero también existen otros agentes gaseosos potencialmente dañinos para el sistema respiratorio y que pueden contribuir al desarrollo de esta enfermedad: humo generado por empresas industriales, laboratorios químicos, minerías, cocina de leña o carbón, entre otros.
Cuando se padece enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), el aire fluye menos dentro y fuera de sus vías respiratorias. Y esa obstrucción de las vías respiratorias es el resultado de cambios tanto en los bronquios (el sistema de tubos ramificados de las vías respiratorias), como en el tejido de los pulmones (parénquima pulmonar), ya que ambos en sí están dañados.
Además, tanto la bronquitis crónica como el enfisema contribuyen a los síntomas y a la limitación del flujo respiratorio.
En la EPOC, los bronquiolos sufren daños y se restringe el intercambio de gases. Varios procesos provocan el estrechamiento de las vías respiratorias y también puede producirse una destrucción de partes de los pulmones, obstrucción de las vías respiratorias, a causa de las secreciones, e inflamación del epitelio de las vías respiratorias.
¿Cuáles son los síntomas de la EPOC?
Debido al estrechamiento permanente de las vías respiratorias, tanto la absorción de oxígeno como la liberación de dióxido de carbono se hacen progresivamente más difíciles.
Al comienzo de la enfermedad los síntomas pueden ser leves. Pero a medida que la enfermedad avanza, los síntomas de la EPOC también empeoran, dificultando realizar actividades cotidianas:
- Falta de aire o disnea.
- Tos crónica, expectoración.
- Intolerancia al ejercicio.
- Pérdida de peso.
- Reducción de la masa muscular y la densidad ósea.
- Ansiedad y depresión.
- Edema o retención de líquidos en las piernas.
- Sensación de opresión en el pecho.
¿Cómo podemos tratar la EPOC?
La EPOC no tiene cura, pero su diagnóstico y tratamiento tempranos son importantes para frenar el empeoramiento de los síntomas y reducir el riesgo de que se produzcan exacerbaciones, mejorando así la capacidad del paciente de mantenerse activo.
Además, podemos controlar la enfermedad con medidas como cambios de estilo de vida: Dejar de fumar y hacer ejercicio con regularidad.
Y según la etapa en la que se encuentre la enfermedad, se podrá recurrir a tratamiento farmacológico, con medicamentos como los broncodilatadores, que pueden ayudar a reducir los síntomas y prevenir las exacerbaciones.
Gracias a la fisioterapia también podemos ayudar a estos pacientes, previniendo la degeneración muscular y la pérdida de resistencia. Las técnicas de fisioterapia permiten la mejora de las funciones respiratorias y por lo tanto de la calidad de vida del paciente.
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