Además, el dolor pélvico crónico frecuentemente causa un impacto tanto en el ámbito del comportamiento, como cognitivo, sexual y emocional.
Pero… ¿Cuál es su origen?
¿Cuáles son las causas del dolor pélvico crónico?
El origen del dolor pélvico crónico es incierto. Puede ser síntoma de otra enfermedad o puede ser una afección en sí mismo. Si el dolor pélvico crónico parece ser causado por otro problema médico, tratar ese problema puede ser suficiente para aliviar el dolor.
Sin embargo, muchas veces no es posible identificar una única causa de este dolor. Y básicamente las causas pueden dividirse en dos grupos: cíclicas y no cíclicas, lo que nos puede ayudar a discernir si hay un origen del dolor relacionado con el ciclo menstrual o no, en el caso de las mujeres.
El dolor crónico pélvico afecta más a mujeres que a hombres
Causas predominantemente no cíclicas:
- Enfermedad pélvica inflamatoria.
- Adherencias pélvicas.
- Malposición uterina: neoplasias de aparato genital.
- Trastorno músculo-esquelético.
- Alteraciones gastrointestinales.
- Patología urinaria.
- Factores psicológicos.
- Sin anomalías orgánicas demostrables.
Causas predominantemente cíclicas:
- Dolor durante la ovulación.
- Dismenorrea primaria.
- Dismenorrea secundaria: endometriosis, adenomiosis, endometritis, estenosis cervical y leiomioma.
- DIU.
- Síndrome premenstrual.
Síntomas del dolor pélvico crónico
Los síntomas más habituales en pacientes que sufren este dolor son:
- Sangrado menstrual abundante.
- Sangrado entre las menstruaciones.
- Ausencia de menstruación.
- Dolor persistente en abdomen bajo.
- Sensación de pesadez en la pelvis.
- Dolor durante las relaciones sexuales.
- Dolor con el movimiento intestinal o la micción.
- Dolor cuando estás sentado por períodos prolongados de tiempo.
Además, el dolor puede ser leve y molesto o puede ser tan intenso que dificulta la vida cotidiana de la persona que lo padece, como asistir al trabajo, dormir o hacer ejercicio.
Cómo tratar el dolor crónico pélvico
El tratamiento médico se basa en el uso de medicación, desde antiinflamatorios hasta antidepresivos. Y en algunos casos, el tratamiento ha de ser quirúrgico.
Y desde la fisioterapia se apuesta por un abordaje integral, centrándonos en todas las disfunciones musculoesqueléticas y posturales coexistentes.
Entre estas disfunciones, encontramos los síndromes miofasciales del suelo pélvico y región abdominal, coccigodinias, síndrome sacroilíaco, lumbalgias, síndrome piramidal y alteraciones posturales.
En estos casos, las técnicas van enfocadas a:
- Mejorar el estilo de vida y la ergonomía postural
- Realizar una buena reeducación postural global
- Tratar los puntos gatillo miofasciales
- Disminuir el tono muscular aumentado del suelo pélvico
Tratamiento del dolor crónico pélvico con Capenergy
El tratamiento con tecarterapia uroginecológica de Capenergy es clave a la hora de mejorar el dolor pélvico crónico.
El equipo C500 Urogyne de Capenergy es un dispositivo altamente especializado que permite la aplicación tanto interna como externamente.
Tratamiento del dolor pélvico crónico con tecarterapia uroginecológica
Y con el dispositivo intracavitario MJS conseguiremos generar un aumento interno de temperatura en los tejidos, con lo que obtenemos una mejora de su calidad. Lograremos reducir la inflamación y/o congestión pélvica y aliviar el dolor.
Además, el dispositivo MJS permite tratar síndromes miofasciales endopélvicos, con una mayor efectividad para el paciente y sin dolor.
Se ha podido comprobar en estudios científicos que en un 50% de las pacientes tratadas con Capenergy, la remisión del dolor se obtenía en tan solo 5 sesiones, y en el otro 50% eran necesarias 10 sesiones. En todas ellas desaparecían los síntomas urológicos y la dispareunia.
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