Muchas mujeres que han sido madres saben lo que es una episiotomía y han experimentado, de una manera u otra, sus secuelas. Esta incisión quirúrgica se realiza en la zona del periné para ampliar la abertura vaginal con el objetivo de facilitar la salida del bebé y acelerar así la parte del expulsivo.
La realidad es que practicar una episiotomía sin causa justificada o sin el consentimiento informado de la paciente puede considerarse violencia obstétrica, así como una mala praxis por parte del facultativo que está asistiendo un parto.
Actualmente, existe un debate muy profundo entre los profesionales de la salud sobre su efectividad y un consenso cada vez mayor en el uso excesivo que se ha realizado de esta intervención.
¿Qué es una episiotomía?
Como hemos comentado, la episiotomía es una incisión quirúrgica que se realiza en el periné durante el parto, con el objetivo de ampliar la abertura vaginal. Tradicionalmente, se ha recurrido a este método para intentar reducir el riesgo de desgarros severos y otras complicaciones obstétricas. No obstante, su aplicación ha sido objeto de reevaluación por la comunidad médica debido a sus implicaciones a largo plazo en la salud de la mujer.
Investigaciones recientes indican que las episiotomías no siempre previenen lesiones perineales y, de hecho, pueden contribuir a complicaciones postparto, como dolor persistente, disfunciones sexuales y problemas en el suelo pélvico. Por eso, la OMS aconseja mantener la tasa de episiotomías por debajo del 20%, sin embargo, en España, este procedimiento se aproxima al 80%. Su uso debería reservarse exclusivamente para situaciones clínicamente justificadas, como el sufrimiento fetal, que es una gran preocupación para la futura mamá, junto con los desgarros profundos que pueden producirse.
Sin embargo, un desgarro natural tiende a cicatrizar mejor y más rápidamente, resultando en general menos doloroso que una episiotomía.
Consecuencias de una episiotomía
Las secuelas de una episiotomía pueden ser duraderas, afectando tanto el bienestar físico como el psicológico de la mujer. Muchas mujeres afirman haber vivido una experiencia en el parto traumática debido a la episiotomía, y algunas experimentan dolor incluso años después del procedimiento. Además, esta intervención puede conllevar varios riesgos:
- Mayor riesgo de hemorragia durante el parto.
- Infección en la incisión y en los puntos de sutura.
- Edemas y hematomas en el área afectada.
- Desgarros de cuarto grado, que involucran los músculos del esfínter anal y el tejido rectal.
- Incontinencia urinaria y/o fecal, ya sea total o parcial.
- Cicatrización dolorosa o incómoda.
- Posible endometriosis en la cicatriz y adherencia de tejidos.
- Dispareunia, o dolor durante las relaciones sexuales.
- Riesgo de lesión al feto con el instrumental quirúrgico.
Para prevenir la necesidad de una episiotomía y reducir el riesgo de desgarros, se recomienda que durante el embarazo se realicen sesiones de fisioterapia. El masaje perineal, en particular, ha demostrado ser un método efectivo y beneficioso en la preparación para el parto, ayudando a mejorar la elasticidad del periné y reduciendo la probabilidad de intervenciones invasivas.
¿Cuáles son los síntomas de la cefalea tensional?
Para prevenir la necesidad de una episiotomía y reducir el riesgo de desgarros, se recomienda que durante el embarazo se realicen sesiones de fisioterapia. El masaje perineal, en particular, ha demostrado ser un método efectivo y beneficioso en la preparación para el parto, ayudando a mejorar la elasticidad del periné y reduciendo la probabilidad de intervenciones invasivas.
Tratamiento de una episiotomía
La intervención de una episiotomía no concluye con la cirugía; su manejo postoperatorio es crucial para una recuperación efectiva. Es esencial que la paciente siga un protocolo de revisión ginecológica y, de igual importancia, que se someta a una evaluación por parte del fisioterapeuta, ya que tras la intervención pueden surgir complicaciones como adherencias y fibrosis, las cuales pueden afectar al funcionamiento de las estructuras musculares y ligamentosas circundantes.
Como fisioterapeutas, nuestro principal objetivo es aliviar y eliminar el dolor, puesto que este puede comprometer la capacidad de control y contracción de la musculatura del suelo pélvico. El dolor no tratado adecuadamente puede interferir significativamente con la calidad de vida de la paciente, afectando actividades diarias y funciones corporales básicas.
El enfoque de tratamiento en fisioterapia de una episiotomía incluirá inicialmente terapias manuales, vibración y electroterapia. Estas técnicas buscan mejorar la apariencia y la funcionalidad de la cicatriz, aliviar puntos de dolor localizado y tratar disfunciones asociadas que puedan haber surgido como consecuencia del procedimiento quirúrgico.
Además, es fundamental mantener una higiene escrupulosa en la zona de la incisión para prevenir infecciones. Esto incluye mantener la zona alrededor de los puntos de sutura limpia y seca. La cicatrización completa de la episiotomía puede tardar al menos tres semanas, pero este período puede variar dependiendo de cada caso y de las condiciones de salud preexistentes de la paciente.
Tratamiento y reparación de episiotomía con Capenergy
La radiofrecuencia Capenergy, particularmente el equipo C-500 UROGYNE, representa un avance significativo en el tratamiento de secuelas post-episiotomía. Con este equipo de radiofrecuencia especializado elevamos la temperatura del tejido afectado, incrementando así la vascularización en la zona. Como resultado, aumentamos el aporte de oxígeno y nutrientes, lo cual es esencial para mejorar el trofismo local y promover una mayor flexibilidad del tejido. Además, esta tecnología contribuye a la reducción del edema y al alivio del dolor.
Además, nuestros equipos especializados para tratamientos uroginecológicos incorporan el dispositivo intracavitario MJS, con sensor de temperatura, que permite tratar una serie de patologías desde un abordaje vaginal o rectal, entregando la cantidad exacta de energía allá dónde se necesita, permitiendo que el dispositivo funcione como una extensión de la mano del profesional. La combinación de la medicina física con la terapia manual potencia los efectos del tratamiento, proporcionando una intervención más completa y eficaz.
Con el dispositivo MJS podemos realizar un abordaje interno, lo que permite tratar la cicatriz de episiotomía tanto externa como internamente. Esto es crucial para abordar puntos de dolor internos que pueden ser difíciles de alcanzar con métodos más convencionales. Con un total de 3 a 4 sesiones, se puede lograr una significativa recuperación del tejido y acelerar el proceso de cicatrización.
La tecnología MJS es seis veces más eficaz que las sondas intracavitarias sin sensor de temperatura. Y gracias al control y precisión que le aporta el sensor de temperatura, el dispositivo intracavitario MJS permite llegar a la diana terapéutica de generación de colágeno.
Esta eficacia abre nuevos horizontes en el tratamiento de patologías uroginecológicas, cada vez más frecuentes en las consultas de fisioterapia que incorporan la tecnología Capenergy C-500, como una especialización y alternativa al tratamiento estándar en la sanidad pública.
En conclusión, el uso de la innovadora tecnología Capenergy ofrece nuevas perspectivas para el tratamiento efectivo de las complicaciones post-episiotomía. La radiofrecuencia Capenergy no solo mejora la cicatrización y alivia el dolor, sino que también asegura una recuperación más rápida y completa, marcando un cambio significativo en la gestión de la salud postparto y mejorando sustancialmente la calidad de vida de las pacientes.
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