El vaginismo es una afección común pero a menudo incomprendida que afecta a muchas mujeres en todo el mundo. En este artículo, exploraremos en detalle qué es el vaginismo y las opciones de tratamiento disponibles. Si tus pacientes están lidiando con el vaginismo, no están solas, hay ayuda disponible.
¿Pero qué es el vaginismo? Es una contracción involuntaria de los músculos del suelo pélvico que impiden la penetración, ya sea durante el coito o la inserción de un tampón, juguetes sexuales, un dedo, un espéculo o durante la citología…
¿Qué es el vaginismo?
El vaginismo es una disfunción sexual más común de lo que se piensa, pero todavía muy silenciada. Se estima que se encuentra presente en un 4-7% de las mujeres. Y el número de casos nuevos que acuden a consulta por disfunciones sexuales oscila entre un 5 y 20%, pero es altamente probable que se encuentre subreportada debido a lo sensible del trastorno y a la vergüenza generalmente asociada a este problema.
Esta hiperactividad muscular está generada por puntos gatillos en esta musculatura y esta contracción se da a pesar de existir deseo o excitación. Aunque la mujer esté aparentemente relajada, la penetración suele venir acompañada de escozor o dolor.
Existen dos tipos de vaginismo que debemos considerar:
- Vaginismo primario, donde nunca se ha conseguido penetración.
- Vaginismo secundario, donde ha existido posibilidad de penetración normalmente con anterioridad, y los síntomas aparecen más adelante.
Pero, ¿Cuál es la causa de la aparición del vaginismo?
Existen diferentes activadores del vaginismo, que se clasifican en activadores emocionales y activadores físicos. Normalmente no hay una sola causa asociada a la aparición del vaginismo, sino que más bien suelen convivir una mezcla de varias.
¿Pero qué provoca esta dolencia?
Entre los activadores emocionales, tenemos el temor al dolor o al embarazo, la ansiedad, el sentimiento de culpa, la presión (afectiva, familiar, social), problemas de relaciones (pareja abusiva o sentimientos de vulnerabilidad), eventos sexuales traumáticos de la vida (violación o un historial de abuso), experiencias infantiles (relaciones sexuales o exposición a imágenes sexuales), por citar diversos factores emocionales.
Por otro lado, los activadores físicos pueden ser infecciones recurrentes, afecciones médicas (cáncer o liquen escleroso), parto, menopausia, cirugía pélvica, insuficiente lubricación vaginal equivalente a sequedad vaginal que incrementa el dolor durante la penetración, efectos secundarios de medicamentos, etc.
Cómo tratar el vaginismo
Hasta la actualidad, el vaginismo se ha considerado una patología de ámbito psicológico, por lo que el tratamiento se focalizaba básicamente en psicoterapia.
Y aunque el ámbito emocional es de vital importancia, no debemos olvidar que, en esencia, se trata de puntos gatillos miofasciales en la musculatura, y como cualquier contractura en otros músculos del cuerpo, debe ser tratada también considerando ese ámbito.
En muchos casos, desde los mismos profesionales médicos o ginecólogos especializados desconocen medios para un tratamiento eficaz, más allá de la inyección de determinados medicamentos para ayudar a relajar los músculos de la vagina. Y derivan a otros profesionales como los fisioterapeutas para la realización de terapias físicas, ejercicios de contracción y relajación muscular, o acompañamiento a través de psicólogos en educación y asesoría sexual.
Además, los profesionales médicos muchas veces desconocen otros medios y/o tecnologías que puedan suplantar el uso de fármacos inyectables, o bien, promueven el ejercicio de la masturbación como medio para aprender a localizar la tensión de los músculos vaginales en combinación con dilatadores para llegar a la práctica del coito con normalidad y eliminar el problema del vaginismo, lo cual, puede incrementar la carga emocional y no ser un tratamiento efectivo.
Por lo tanto, además del tratamiento psicológico (a excepción de aquellos casos en que se trate exclusivamente de un problema físico), será necesario buscar la ayuda de un fisioterapeuta especializado en suelo pélvico que realice una correcta anamnesis, valoración y ofrezca un tratamiento individualizado.
Los fisioterapeutas tienen un gran abanico de posibilidades para relajar la musculatura del suelo pélvico, como:
- Técnicas de consciencia corporal
- Masaje perineal progresivo
- liberación por presión manual
- Liberación mediante punción seca
- Biofeedback negativo, entre otras
Aun así, muchos fisioterapeutas no tienen éxito en su tratamiento porque los resultados son de muy lenta aparición y no persistentes en el tiempo. Además, pueden llegar a ser incómodos para la paciente que los recibe y provocan un resultado contrario al esperado.
Por este motivo, es importante que, en el abordaje físico, dispongamos de alguna herramienta que nos permita inhibir el sistema simpático. Esta parte del sistema nervioso autónomo se activa en situaciones de estrés, donde el cuerpo considera que se encuentra en una situación donde debe luchar o huir y genera cortisol, la hormona del estrés. Esto se traduce en un aumento de la frecuencia cardiaca, se inhibe la digestión, y aumenta el tono muscular de todo el cuerpo, incluidos los músculos del suelo pélvico, donde se genera un espasmo estrechando y tensando la cavidad vaginal.
Tratamiento del vaginismo con Capenergy
La aplicación de radiofrecuencia CAPENERGY inhibe de forma sistemática la actividad del sistema nervioso simpático, activándose así el sistema parasimpático, que es el encargado de la relajación y la digestión, por lo que el cuerpo responde disminuyendo la frecuencia cardiaca, estimulando la digestión y relajando los músculos de todo el cuerpo.
Este tratamiento con radiofrecuencia Capenergy se hace de un modo sencillo con el uso de las placas activas automáticas, con sensor de temperatura, que se posicionan estratégicamente para generar esa relajación.
Además, conseguimos disminuir el dolor y la inflamación, mejorar el aporte sanguíneo, oxigenando y nutriendo la mucosa vaginal y mejorando su lubricación natural. Y también ayuda como tratamiento de inicio para posteriormente permitir estirar la musculatura de forma precoz y sin molestias.
Uno de los aspectos diferenciales de CAPENERGY con respecto a otros dispositivos TECAR de aplicación en suelo pélvico se encuentra en su dispositivo intracavitario MJS con sensor de temperatura que favorece un tratamiento interno en contacto con las paredes vaginales que es agradable y, debido a su forma anatómica, permite una serie de movilizaciones seguras y agradables para la paciente.
La forma anatómica del dispositivo MJS o del cabezal diseñado para el tratamiento de vaginismo con un diámetro específico, permite un abordaje genital orgánico, agradable y seguro, tanto por el uso de un cubresondas monopaciente por sesión y por el hecho primordial de disponer de un sensor de temperatura que evita el riesgo de quemaduras y sin toques eléctricos.
Por el contrario, en el caso de las otras TECAR habitualmente se dispone de sondas resistivas intracavitarias, donde existe completo riesgo de quemadura y sólo se puede trabajar de manera inmóvil, con lo cual, ante el caso de vaginismo no es nada eficaz ya que no se puede realizar un masaje localizado resiguiendo toda la anatomía vaginal, tanto el interior de las paredes vaginales como los labios mayores y menores, introito vaginal, clítoris y periné.
Cómo tratar el vaginismo con Capenergy
Según el tipo de paciente y la resistencia que pueda ofrecer al tacto vaginal en la zona o introducir cualquier tipo de dilatador, CAPENERGY permite trabajar con su tecnología externamente durante las primeras sesiones (1 a 3) posicionando en la zona del monte de venus las denominadas placas en automático y reseguir externamente con el electrodo manual capacitivo bordeando la entrada vaginal.
Además, el efecto de vascularización en la zona y la emisión de la radiofrecuencia es efectivo porque ya promueve esa relajación muscular y se aprecia una mejor irrigación y lubricación. Y se ejerce un estímulo de conciencia corporal donde el acompañamiento pedagógico por parte del fisioterapeuta ayuda a superar las siguientes etapas del tratamiento.
Como tratamiento más global, podemos ubicar las placas automáticas en glándulas suprarrenales, encargadas de la regulación del cortisol. También se puede trabajar con los fuegos cruzados (capacitivo y resistivo a la vez) masajeando los músculos paravertebrales, donde está situada la cadena ganglionar simpática.
Y del mismo modo, también podemos realizar fuegos cruzados para relajar el diafragma, un músculo muy relacionado con el suelo pélvico.
Con este abordaje indirecto, más adelante podremos pasar a un abordaje directo en el suelo pélvico. A partir de las sesiones 4 y 5, con toda probabilidad ya se puede ir realizando una acción combinada con el dispositivo intracavitario MJS donde se lleva a cabo un masaje suave en la cavidad vaginal y de este modo se consigue relajar la musculatura para llegar a una relajación completa y llevar a cabo un tratamiento intracavitario “no doloroso”.
Con un carácter promedio, la recomendación para un vaginismo sería mínimo de 8 a 10 sesiones (según patología/paciente), siendo un tratamiento con un efecto biológico que reporta a la paciente la sensación de recuperación de su anatomía de suelo pélvico y funcionalidad, puesto que la mucosa está mucho más hidratada y la musculatura completamente relajada. A partir de este punto, la paciente puede continuar con ejercicios y estímulos externos que favorezcan esa relajación y dilatación vaginal.
Todo ello, debe ir acompañado de una correcta evaluación del progreso, para que tanto el fisioterapeuta como la paciente vean de forma objetiva cómo evoluciona el tono muscular. Y la electromiografía es el complemento ideal para ir registrando estos cambios, donde vamos a registrar el tono muscular basal en reposo. Éste va a estar en un valor elevado, y con el tratamiento deberemos observar cómo sesión a sesión va disminuyendo hasta llegar a valores cercanos a 0.
Por último, va a ser importante complementar nuestro tratamiento de radiofrecuencia con otras técnicas que la paciente pueda ir trabajando de forma autónoma, como recomendando el uso de vibración suave y mantenida en el periné, uso de dilatadores con tamaños progresivas, técnicas de respiración y relajación tipo mindfulness, donde no habrá un efecto de rechazo al contacto físico y el dolor porque el objetivo de favorecer la relajación muscular ya se ha conseguido.
La tecnología CAPENERGY C500 supone un avance innovador para los profesionales del suelo pélvico y la fisioterapia especializada para el vaginismo, por la eficacia del tratamiento y la consecución de resultados a corto plazo, favoreciendo a través de la vascularización extracavitaria e intracavitaria que la anatomía comprometida se recupere de un modo natural y biológico.
Es una tecnología de práctica no indolora e invasiva, aunque se realice una penetración porque la misma es gradual y progresiva, favorecida por tratamiento automáticos externos que hacen que la paciente vaya incrementando la confianza y seguridad en el tratamiento, que no tiene nada que ver con la inyección de fármacos que supone una práctica percibida como “altamente dolorosa” para la paciente y comporta un sufrimiento innecesario y unos resultados cuestionables en el tiempo porque no se consigue una respuesta biológica y de regeneración muscular y celular interna duradera en el tiempo.
Además, este tipo de tratamiento con CAPENERGY C500 favorece la posibilidad de incrementar la respuesta del embarazo, posterior al tratamiento del vaginismo o vulvodinia, no tan sólo por la recuperación del estímulo vaginal sino por la irrigación sanguínea y estímulo celular que ha recibido la zona que redunda en un mejor anidamiento del óvulo, por tanto, los beneficios para la paciente son mayores que el resto de técnicas de estímulo que sólo tienen efectos localizados y externos.
El dispositivo intracavitario MJS CAPENERGY patentado está pensando para este tipo de tratamientos y cualquier otro tipo de patología de suelo pélvico como dolor pélvico crónico por endometriosis, episiotomías, fibrosis o dolor pélvico en general.
Por tanto, la tecnología innovadora de CAPENERGY es una gran alternativa terapéutica para todo este tipo de pacientes a disposición de los fisioterapeutas, profesionales especializados en suelo pélvico y ginecólogos.
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